Los Funko Pop no son solo figuras decorativas, sino también piezas de colección que pueden ganar valor con el tiempo. Por eso, mantenerlos en buen estado no es solo una cuestión estética, sino una inversión a largo plazo. Una colección bien cuidada es motivo de orgullo para cualquier coleccionista y una garantía de conservación de su valor en el mercado secundario.
Limpieza: La limpieza regular es clave. Usa un pincel suave o brocha de maquillaje para retirar el polvo acumulado, especialmente en zonas con detalles pequeños o texturas como las figuras Flocked. Si necesitas una limpieza más profunda, un paño ligeramente humedecido con agua destilada servirá. Evita productos químicos, ya que pueden dañar la pintura. Para las cajas, un paño de microfibra seco es lo mejor, y si tienen manchas, un poco de alcohol isopropílico en los bordes sin imprimir puede ayudar.
Almacenamiento: Lo ideal es mantener las figuras alejadas de la luz solar directa y de fuentes de calor, ya que pueden deformar el vinilo o descolorar las cajas. Las vitrinas cerradas, estanterías con cristal o muebles protegidos del polvo son excelentes opciones. Además, usar protectores plásticos (Protectores Pop) para las cajas ayuda a evitar abolladuras o rasguños.
Humedad y temperatura: Conserva los Pops en espacios secos y frescos. La humedad puede dañar tanto la caja como la figura. Si vives en una zona con alta humedad, considera colocar bolsitas de gel de sílice en tus estanterías para evitar moho.
Transporte y mudanzas: Si necesitas mover tu colección, embala cada Pop en su caja original y utiliza materiales acolchados como papel burbuja. Las cajas deben transportarse en posición vertical y bien sujetas para evitar daños.
Con estos cuidados básicos, tu colección de Funko Pop no solo se verá increíble, sino que mantendrá todo su valor y esencia con el paso de los años. El cariño se nota… ¡y los Pops lo agradecen!